Ya tengo mi precioso Kindle entre mis garras (aunque aún no tengo fotos para demostrarlo, grrr, pero ya llegarán).
Para el que esté un poco perdido, el Kindle es el e-reader o lector electrónico de Amazon. Estas navidades lo pedí a los Reyes y ha llegado con algo de retraso; ayer mismo nos lo trajo a casa un mensajero paje disfrazado de muggle. :D
Es curiosa mi historia con esta clase de aparatos. La primera vez que oí hablar de ellos fue en un debate que se formó en los Foros de Laura Gallego. Recuerdo que en principio me posicioné más bien en contra de los aparatejos, por cuestiones de todo tipo: nostálgicas, prácticas (aún no conocía las maravillas de la tinta electrónica y pensaba que habría que dejarse los ojos para leer un e-book), incluso ambientales. Sí, porque muchos hablaban de la gran ventaja todo ese ahorro de papel, pero yo como buena ambientóloga no daba nada por sentado y sospechaba si no sería peor el remedio (residuos electrónicos y gasto de energía) que la enfermedad.
El tema realmente me interesó, de esa manera en la que solo pueden interesarle a uno las cuestiones para las que no se tiene una respuesta definitiva, así que en cuanto tuve la oportunidad utilicé mi curiosidad para algo productivo: investigué muy a fondo los e-readers y realicé sobre ellos mi proyecto fin de master en 2010. Preparé una encuesta online (seguramente más de un lector de este blog recuerda haberla contestado xD), presenté los resultados, investigué el Análisis del Ciclo de Vida del e-reader y de un libro de toda la vida y los comparé... en fin, que me empapé bien del tema. Mis conclusiones fueron básicamente las siguientes:
a) Los e-readers son más respetuosos con el medio ambiente que los libros tradicionales (a igual ritmo de lectura, se entiende); tal como dictaba la intuición general y no como yo sospechaba.
b) El formato de lectura electrónico es, al menos en nuestro país, muy minoritario aún. Sin embargo, no es un mercado en absoluto desdeñable y aumenta cada año.
c) Las ventajas más valoradas de los e-books, tanto por aquellos que ya lo habían probado como por aquellos que aún no, eran las relacionadas con el ahorro de espacio y la posibilidad de poder llevar a cualquier parte contigo decenas (o incluso cientos) de libros. La desventaja más señalada por los no-usuarios era la incomodidad de leer en una pantalla. Los que ya lo habían probado descubrían que esta desventaja no era tal (y yo lo corroboro una vez probado) y que lo peor era la poca oferta de títulos en español.
Después de tanta investigación, la consecuencia fue obvia: acabé convirtiéndome en una defensora del e-book y me entraron muchísimas ganas de probarlo por mí misma. Así que como regalo estrella de Reyes pedí un Kindle. Y ahora, por fin, puedo dar mi propia opinión:
El Kindle es GENIAL. No solo no es incómodo leer en su pantalla, es que es aún más cómodo que leer un libro. Podéis buscar fotos en google, pero lo cierto es que no se comprende del todo lo parecido que es a leer en papel hasta que no se tiene uno delante. Además, no tienes que usar las dos manos para tener el libro abierto, se puede leer con una sola mano sin hacer ningún esfuerzo. Ahora llevan wi-fi incluida (otros modelos incluyen además 3G, pero eso me pareció ya innecesario), de manera que puedes acceder a la librería de Amazon desde el propio Kindle y comprar con un solo click cualquiera de sus miles de libros y tenerlo un segundo después disponible para leerlo. Puedes subrayar, marcar páginas, incluir notas en el texto que estás leyendo y ver qué fragmentos son los más subrayados por otros usuarios. Puedes leer a tu gusto: cambiar tipo y tamaño de letra, anchura del interlineado, márgenes y orientación del texto. Se carga en poco tiempo y la batería te dura días y días.
Eso sí, también tiene alguna que otra desventaja. Yo de momento he descubierto dos. La primera, lo que ya decían las encuestas de la poca oferta de títulos electrónicos en español (al menos si quieres ir de legal), y la segunda es un poco más subjetiva: todos los libros son iguales cuando los lees en Kindle. Cuando leemos libros tradicionales, cada uno tiene un peso, un tamaño, una textura, un tipo de letra, el color de sus páginas tiene un tono exacto entre blanco y amarillento que ningún otro libro tiene, e incluso me atrevería a decir que cada libro tiene su propio olor. Y todas esas impresiones quedan guardadas en nuestra memoria, más o menos consciente, junto con el contenido del libro en sí, indeleblemente asociadas. En el Kindle... todos los libros son iguales, solo los diferencia el contenido.
De todas formas, el balance es positivo con diferencia. :)
Además, nadie dijo que el kindle y los libros tradicionales fueran excluyentes. De momento, yo ya he puesto el mío en la estantería junto a los demás libros, para que vayan haciéndose amigos. ;)
3 comentarios:
todavia tengo que aprender a subrayar y dejarme de llevar los dedos a la pantalla no-tactil (lo que hace el iphone, jezu), pero a mí me llegó ayer *___*
yo tengo que aprender a quitarle el drm a los epubs que me compre en españa y aqui (si es que me compro alguno)... que en amazon libros en español y aleman, cero ¬¬
ya me contarás qué tal te va con él ;)
¿Cómo se leerá entonces La historia interminable en libro digital éste? ¿Sin los colores en las letras? Porque de ser así, ese libro depende mucho entonces del formato tradicional XD (aunque sacaron hace poco una edición sin los dos colres distintos en la letra :S)
Un beso :*
P.D: Recuerdo tu debate ^^ Se han visto todas las etapas por las que un cientifico tiene que pasar :P
1- Dudar y ser escéptico.
2- Analizar con el máximo detalle y rigor.
3- Dar un veredicto.
Tengo que decir que en mi ebook sí que se distinguen los colores xD
Así que, por ese lado, la historia interminable se lee igual.
Me alegro de que hayas pensado bien antes de lanzarte a por un ebook. Es una lástima la gente que los ensalza sin rigor o que los demoniza porque sí. Tienen sus cosas buenas, y sus cosas malas.
Como siempre, para ir de legal aquí en España, en internet... complicado.
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