Como todos sabréis, el pensamiento antropocéntrico, “el ser humano como medida de todo”, fue en su momento una increíble novedad en el pensamiento... pero porque se oponía al pensamiento teocéntrico que dominó el mundo conocido durante tantos siglos. Sin embargo, es posible que hoy en día el simple antropocentrismo se nos quede pequeño, es posible que haya que ir más allá y superarlo. ¿De verdad es el ser humano la medida de todo? ¿Y por qué habría de serlo, más allá de “por convenio”?
Si digo que la gente debería reflexionar más sobre el hecho de que no somos los únicos seres vivos sobre la Tierra dignos de atención y que además muy probablemente tampoco estemos pisando el único planeta en el Universo con condiciones aptas para la vida, parece muy obvio, ¿no? Podría parecer que con tanta conciencia verde que pulula últimamente, el antropocentrismo está muy superado, ¿verdad?
Pues me vais a permitir que lo dude.
No voy a hablar de temas prácticos del día a día tipo contaminación, deforestación del Amazonas, etc., ni voy a criticar el hecho de que la gente diga ser “muy verde” y luego no se aparte de las costumbres consumistas tan interiorizadas que todos tenemos y que causan esas verdades incómodas de las que nos quejamos. No, voy a intentar ir un poco más allá, tal vez a la raíz de todo: el ser humano se sigue creyendo el culmen de la cadena evolutiva.
Cualquiera que se adentre mínimamente en el campo de estudio de la evolución se encontrará en poco tiempo con lo absurdo de esta creencia, sin embargo es sorprendente lo arraigada que está entre nosotros. Tal vez en algún momento tuvo un origen religioso (ya se sabe, aquello de que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y puso a su disposición el Edén con todas las bestias del campo, y las aves del cielo, y tal y tal), pero pronto las ciencias y las letras se apresuraron a reafirmarla.
Somos la culminación de un proceso lento y hermoso llamado evolución que parece que no tiene otro sentido que el de habernos parido; azarosamente o de forma dirigida escondida tras el azar a gusto del consumidor y de sus creencias, pero el hecho es que aquí estamos, y oh, qué orgullosos nos sentimos de nosotros mismos. Somos la guinda de un pastel que existe solo para sostener la guinda, el último eslabón de una cadena de imperfecciones que se han ido puliendo poco a poco hasta sacar al ser humano del monolito de mármol que era la Tierra en sus días tempranos, cual David de Miguel Ángel. Es como si Dios hubiera estado jugando a ensayo y error hasta, tachán, dar con nosotros.
¿Y todo esto, por qué? ¿Qué nos hace sentir que somos los seres más evolucionados sobre la Tierra? Lo diré con otras palabras: ¿respecto a qué criterios medimos la evolución?
¿Es acaso el ser humano la especie más evolucionada...
... para poder volar? NO.
... para poder nadar? NO.
... para poder fabricarse su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas? NO.
... para poder mimetizarse con su entorno? NO.
... para recorrer enormes distancias todos los años y encontrar un lugar bueno para establecernos guiándonos tan solo mediante el sol o mediante el magnetismo terrestre? NO.
... para poder adoptar formas de resistencia que nos permitan soportar “vacas flacas” minimizando nuestro metabolismo casi a cero a la espera de tiempos mejores? NO.
... en cuanto a rapidez en su desplazamiento? NO.
... en cuanto a su resistencia a condiciones extremas? NO.
... en cuanto a número de individuos que existen? NO.
... en cuanto a diversidad de formas de vida de su género? Obviamente NO, nuestro género (Homo) está representado actualmente por una sola especie, la nuestra.
... en cuanto al tiempo que lleva sobre la Tierra? NO.
... en cuanto a su capacidad para adaptarse a su ambiente? NO, de hecho el ser humano se caracteriza por adaptar el ambiente a sí mismo y no al revés.
Podría seguir... de hecho todos podríamos seguir, porque creo que ya habréis pillado el concepto y podéis pensar en varios ejemplos de cosas que otras especies (animales, vegetales, bacterias...) sepan hacer mejor que nosotros.
Vuelvo a hacer la misma pregunta: ¿de verdad somos los más evolucionados? ¿Por qué?
Vale, ahora viene la respuesta fácil: nosotros ganamos en capacidad encefálica, poseemos pensamiento abstracto con capacidad de desplazamiento, es decir: no tenemos por qué pensar y hablar solo sobre el aquí y ahora, también podemos pensar y hablar sobre cosas lejanas en el tiempo o en el espacio e incluso sobre seres y lugares inexistentes. Comparados con otras especies, nosotros hacemos viajes astrales. Y eso nos permitió fabricar cosas que no existían: las habíamos visto antes en nuestra mente.
Todo esto está genial y nos hace ser lo que somos, pero ¿por qué demonios debe significar que somos lo más de lo más? ¿Por qué del extenso boletín de notas que la naturaleza nos arroja sólo nos fijamos en la asignatura en la que sacamos sobresaliente y decimos que somos el primero de la clase? ¿Por qué de unos Juegos Olímpicos con multitud de modalidades para competir para nosotros sólo existe el deporte en el que tenemos el oro?
Y voy más allá: si aplicamos una perspectiva temporal, ¿qué extraña y egocéntrica razón nos hace pensar que seremos eternos y que ninguna especie nos adelantará precisamente en aquello de lo que estamos más orgullosos?
¿El fin de la cadena? Y una porra. En todo caso un eslabón más, igual de valioso que el que vino antes, el que vendrá después y que cualquier otro. O tal vez ni eso, a la vista de lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos y a las especies que han tenido la desgracia de compartir con nosotros el espacio-tiempo.
Yo ahí lo dejo, de momento. Aunque próximamente seguiré con un tema relacionado que también me encanta: por qué es arrogante decir que nos estamos cargando el planeta.
Sí, parece contradictorio con todo lo que he dicho antes, pero no lo es, lo juro XD
Somos la culminación de un proceso lento y hermoso llamado evolución que parece que no tiene otro sentido que el de habernos parido; azarosamente o de forma dirigida escondida tras el azar a gusto del consumidor y de sus creencias, pero el hecho es que aquí estamos, y oh, qué orgullosos nos sentimos de nosotros mismos. Somos la guinda de un pastel que existe solo para sostener la guinda, el último eslabón de una cadena de imperfecciones que se han ido puliendo poco a poco hasta sacar al ser humano del monolito de mármol que era la Tierra en sus días tempranos, cual David de Miguel Ángel. Es como si Dios hubiera estado jugando a ensayo y error hasta, tachán, dar con nosotros.
¿Y todo esto, por qué? ¿Qué nos hace sentir que somos los seres más evolucionados sobre la Tierra? Lo diré con otras palabras: ¿respecto a qué criterios medimos la evolución?
¿Es acaso el ser humano la especie más evolucionada...
... para poder volar? NO.
... para poder nadar? NO.
... para poder fabricarse su propio alimento a partir de sustancias inorgánicas? NO.
... para poder mimetizarse con su entorno? NO.
... para recorrer enormes distancias todos los años y encontrar un lugar bueno para establecernos guiándonos tan solo mediante el sol o mediante el magnetismo terrestre? NO.
... para poder adoptar formas de resistencia que nos permitan soportar “vacas flacas” minimizando nuestro metabolismo casi a cero a la espera de tiempos mejores? NO.
... en cuanto a rapidez en su desplazamiento? NO.
... en cuanto a su resistencia a condiciones extremas? NO.
... en cuanto a número de individuos que existen? NO.
... en cuanto a diversidad de formas de vida de su género? Obviamente NO, nuestro género (Homo) está representado actualmente por una sola especie, la nuestra.
... en cuanto al tiempo que lleva sobre la Tierra? NO.
... en cuanto a su capacidad para adaptarse a su ambiente? NO, de hecho el ser humano se caracteriza por adaptar el ambiente a sí mismo y no al revés.
Podría seguir... de hecho todos podríamos seguir, porque creo que ya habréis pillado el concepto y podéis pensar en varios ejemplos de cosas que otras especies (animales, vegetales, bacterias...) sepan hacer mejor que nosotros.
Vuelvo a hacer la misma pregunta: ¿de verdad somos los más evolucionados? ¿Por qué?
Vale, ahora viene la respuesta fácil: nosotros ganamos en capacidad encefálica, poseemos pensamiento abstracto con capacidad de desplazamiento, es decir: no tenemos por qué pensar y hablar solo sobre el aquí y ahora, también podemos pensar y hablar sobre cosas lejanas en el tiempo o en el espacio e incluso sobre seres y lugares inexistentes. Comparados con otras especies, nosotros hacemos viajes astrales. Y eso nos permitió fabricar cosas que no existían: las habíamos visto antes en nuestra mente.
Todo esto está genial y nos hace ser lo que somos, pero ¿por qué demonios debe significar que somos lo más de lo más? ¿Por qué del extenso boletín de notas que la naturaleza nos arroja sólo nos fijamos en la asignatura en la que sacamos sobresaliente y decimos que somos el primero de la clase? ¿Por qué de unos Juegos Olímpicos con multitud de modalidades para competir para nosotros sólo existe el deporte en el que tenemos el oro?
Y voy más allá: si aplicamos una perspectiva temporal, ¿qué extraña y egocéntrica razón nos hace pensar que seremos eternos y que ninguna especie nos adelantará precisamente en aquello de lo que estamos más orgullosos?
¿El fin de la cadena? Y una porra. En todo caso un eslabón más, igual de valioso que el que vino antes, el que vendrá después y que cualquier otro. O tal vez ni eso, a la vista de lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos y a las especies que han tenido la desgracia de compartir con nosotros el espacio-tiempo.
Yo ahí lo dejo, de momento. Aunque próximamente seguiré con un tema relacionado que también me encanta: por qué es arrogante decir que nos estamos cargando el planeta.
Sí, parece contradictorio con todo lo que he dicho antes, pero no lo es, lo juro XD
3 comentarios:
más que cargarnos el planeta, creo que nos estamos cargando a nosotros mismos y usando tu exposición, pensamos que es el planeta porque somos los más importantes aquí xDDDD pero quiero leer tu entrada sobre el tema, que esta me ha parecido muy interesante...
el planeta estaba aquí antes que nosotros y seguirá estandolo cuando desaparezcamos, hasta que el sol se convierta en una roja gigante y engulla a la tierra en el camino...
de todas formas, es bastante frustrante descubrir que no somos la pera limonera, la verdad. vamos, toda tu vida pensando que eres el ser superior en esta tierra y cuando empiezas a analizarlo te quedas sin argumentos... vaya decepción, oye!!!
Esto que cuentas yo lo veo muy claramente en la ficción.
Cuando en una obra fictica aparece un ser tan inteligente (o más) que el ser humano pero que, curiosamente, sus características difieren mucho... resulta que hay gente que se pica y pone en entredicho la inteligencia de la nueva raza fictica en cuestión ¿?¿?
Un ejemplo más claro que todos conocemos: MDI. Sheks. Foro de Laura Gallego. La de chorradas que he leído a veces (lo siento, pero no puedo calificarlo de otra manera) sobre que los sheks no son inteligentes, argumentando ejemplos basados en una visión totalmente humana que a los sheks no se les puede aplicar.
Yo también creo que el antropocentrismo debería superarse... ahora bien, como también apuntas ya en tu entrada, para mí superar el antropocentrismo no significa esa demagogia verde barata de que el ser humano es aggg!! odio!! pufff, malvado!!! aggg!! tan en boga hoy en día.
Dijo Miguel Delibes de Castro (el hijo) que el mero hecho de que el ser humano cambiase el entorno para habitarlo no debería criticase (no confundir con consumir y contaminar a lo bestia, ojo), los castores al fin y al cabo también lo hacen ¿no? Otra cosa es que tengamos que tener cuidado con las consecuencias que nosotros provocamos con ese cambio, vale, y minimar todo lo posible, de acuerdo... pero en serio, yo he leído gente que le parece mal que hayamos construido autopistas (¿? después bien que ellos mismos las usan...).
Un beso!!!
Puede que nos consideremos los mejores porque esa "asignatura donde sacamos diez" (la inteligencia y la capacidad de abstracción que tenemos) hace que TODO lo demás se subordine a ella. Es cierto, no podemos volar, no tenemos alas, pero inventamos los aviones para conseguirlo; tenemos coches y camiones para ser rápidos; como bien dices, hacemos que el medio se adapte a nosotros (y no al revés); diseñamos gafas para salvar a toda nuestra especie (luego, en supervivencia tenemos una nota alta) y etcétera.
Creo que por esto la gente sigue (y seguirá) pensando que el ser humano es el animal superior.
Sin embargo, creo que por muy superiores que seamos, debemos respetar a los demás seres por serlo, y conservar el medio ambiente.
Un saludo ^^
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