En estos días tan históricos que estamos viviendo... voy a ser original y NO voy a dedicarme a hablaros acerca del ultra carismático morenazo que tenemos como nuevo líder mundial (xD).
NO, lo que voy a contaros es algo vivido en propia piel esta misma mañana. Os diría que ha sido algo surrealista, pero me quedaría corta. Así que prefiero no dar ninguna opinión, simplemente os relataré los hechos tal y como ocurrieron, lo más asépticamente posible, y ya que cada cual llegue a sus propias conclusiones. Luego me contáis cuáles son esas conclusiones en los comentarios, ¿vale? Pues empiezo:
8:39 de la mañana. Dos hermanas, llamémoslas por ejemplo Maku y Bell, viajan juntas en la línea 36 de autobuses, que habrá de llevarlas, como cada día, a la Universidad Pablo de Olavide. En la segunda o tercera parada, sube un señor de unos cuarenta años, de estos que tienen más arrugas en la cara de las que les corresponderían por su edad, porque la vida les ha pasado factura. De estos que llevan un atuendo que perfectamente han podido usar diez antes que él. Pero, sobre todo, un señor de estos que antes de verlo ya lo estás oliendo. Y su perfume no es precisamente de rosas. Supongo que la mayoría lo llamaría indigente, pero no sé. Prefería describíroslo.
Este señor llega hasta la parte trasera del autobús, donde estaban situadas las hermanas, se sienta en el suelo (o más bien se despatarra), y comienza a esparcir sus objetos personales alrededor de sí: se quita el chaquetón, deja su ajada bolsa de deporte por ahí... como Pedro por su casa. (Explicación: para quien no esté familiarizado con los autobuses de Sevilla, muchos de ellos tienen en la parte trasera un espacio más o menos cuadrangular, libre de asientos.)
De repente empieza a contar para sí. A contar números, vaya, no una historia. Al principio las hermanas no le hacen mucho caso y siguen hablando sobre las profecías de Nostradamus y la teoría de que Obama sea el "Papa Negro del Fin del Mundo" al que el supuesto profeta hizo referencia en su día. Hasta que descubren que lo que el señor del suelo está contando son botes de Pantene Pro V que se está sacando de la pernera del pantalón. El señor los ordena cuidadosamente por colores y tipos, los cuenta y los recuenta. Al ver que Maku, entre otros, lo mira con humorística incredulidad (¿o con incrédulo humor?), comienza a dar explicaciones:
- Esto es tó del Opencor -se jacta, orgulloso. Luego, como para quitarse algo de mérito, añade humildemente-: Esto no pita ni ná cuando lo sacas por la puerta. No pita ni ná. El tío me ha visto con las piernas tó gordas -se ríe- pero no me ha dicho ná. 4,90 costaba este -informa, señalando distintos botes-, y este, 5,90.
Comienza a recontar su botín una vez más, llegando a la conclusión de que si tenía diez por un lado y cinco por otro, daban dieciséis (¿?). Los mete todos en su bolsa de deporte y se levanta.
- Niña -Maku supone que se refiere a ella, porque parece que es la única que se ha atrevido a mirarle directamente a los ojos-, ¿cuánto son dieciséis por cuatro?
- Dieciséis por cuatro, hummm... sesenta y cuatro -responde Maku, un tanto aturullada. El cálculo mental a esas horas de la mañana no es su fuerte, así que el chico que viajaba en frente ha tenido que confirmárselo, no sin cierta sorna.
- Pues sesenta y cuatro euros me he ganao yo ya esta mañana -concluye el señor de los champús. Acto seguido, se aleja de las dos hermanas y comienza a pubicitarse a lo largo del autobús-: ¡Niña, Pantente der güeno, der que cuesta cuatro euro!
¿A que surrealista era poco? Pues lo dicho arriba: cada cual, que saque sus conclusiones...
pd: Por cierto, al final el señor del Pantente se dejó su chaquetón olvidado en la esquina del autobús.
Chica de al lado.- Ahora se gastará sesenta y cuatro euros en un chaquetón (risas)
Maku.- Eso si no se lo manga...
pd2: Por lo que sé, Bell está deseando contaros su propia versión (sí, yo le he pisado la exclusiva en la blogosfera... lo siento, Bell :P). Cuando la tenga colgada, os pongo el link aquí. Seguro que ella lo cuenta con más arte xD.
8 comentarios:
xDDDDDDDDDDDDDDDD
Yo me hubiera quedado a cuadros.
¡¡!!
Por cierto, lo de dieciséis me ha matado xD.
Y sí, surrealista.
Qué significa surrealista, después de ver esto? XD Buenísimo...
Las cosas que pasan (bueno, que le pasan a la gente, porque nunca se me ha dado un caso de estos...)
Besos de hielo!
Maku... tu sabes que nada puede superar a nuestra lucha de bandas donde amabs nos preocupabamos más de la comida/libros que de que ese destornillador nos feura a dar :P. XA-LFDM
xDDDDDD
Surrealista ha sido. ¿Qué tienen los autobuses? Hacen que la gente se vuelva loca...
O quizá es que en nuestro día a día no convivimos con ellos más que en el autobús, vete tú a saber.
Yo ya tengo clasificados a algunos de los que van conmigo por la mañana: el del perro-peluche, el vaquero, el hombre-que-siempre-tiene-prisa, etc.
Aunque peor es cuando viene tu novio a decirte que un viejo verde intentaba meterle cuello xDDDD
Byee~
PD: me encanta lo bien que cuenta xDDDD
Me molaría mazo trabajar con gente de la calle. Con indigentes y así. O con drogadictos. Tienes que aprender tanto que tienes que ver la vida de otra manera.
Un mua! :P Por cierto, tenemos una conversacion pendiente sobre sabados a la tarde!! jajaja
XDDDDDDDDDD
Sí, la verdad es que en esta vida a veces nos ocurren cosas muy surrealistas *Saramar recuerda alguna que otra perlita con la que le obsequió esta humanidad tan extraña*.
En fin... la verdad es que ves a gente así y ya no sabes si te dan asquete, risa o mucha pena. En todo caso, la escenita es digna de contarla XD.
Esto... Cerda!! No había visto tu comentario en mi entrada "surrealista"... Motivarnos en el baño significa poner morritos delante del espejo y hacernos fotos en plan pokero (cani) para reírnos un rato de los de nuestro instituto al colgarlas en el tuenti... Mente sucia ¬¬
Menudo exitazo xD. Es que la historia del Pantente es la caña. Hoy me ha pasado otra cosa surrealista, tal vez la cuente mañana o el lunes xD.
Wiz: xDDDDDDDD bueno, ya me quedo más tranquila... xDDD
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